Dependiendo del tipo de operación y/o producto los rodillos, poleas, hélices o turbinas requieren de un correcto balanceo para eliminar vibraciones que pueden afectar tanto al producto terminado o en proceso como a la pieza y maquina en sí.
Balanceo estático: consiste en lograr el equilibrio respecto a un eje de rotación estando la pieza sin movimiento.
Balanceo dinámico: girando la pieza a una velocidad definida dependiendo de los requerimientos de trabajo, se busca lograr el equilibrio estando en movimiento en 1 o 2 ejes, ya sea a 1 o 2 caras.
Para lograr dicho equilibrio se requiere manipular el centro de gravedad de la pieza para que resida sobre el eje de giro eliminando cualquier oscilación. En el caso especifico de los rodillos, el largo y su forma de construcción incide además en la flexión que pueda tener a determinada velocidad, moviendo aún más el centro de gravedad; por lo que el balanceo se debe estipular para una velocidad de giro específica.